Cuando llega la hora de reformar el baño, nos llenamos los ojos con imágenes espectaculares pensando lo bien que quedarían esos sanitarios o ese mueble en nuestro baño. Pero cuidado, una mala decisión puede costarnos muchos euros extra y dolores de cabeza: usar materiales inadecuados, no planificar la distribución, olvidarnos de detalles poco visibles pero muy importantes…

Tengamos en cuenta los errores más frecuentes a la hora de reformar el baño, para así poder evitarlos.

Cuestión de espacio

Los sanitarios y muebles deben estar muy bien distribuidos, y no “a ojo”. Una de las primeras cosas que hay que hacer es probar distintas posiciones para aquellos muebles y sanitarios que vas a instalar o cambiar de lugar, siéntate, camina entre ellos, entra y sal del espacio de tu futura ducha, fíjate dónde van a quedar más cómodos los estantes… Y una vez que encuentres la ubicación ideal, ten en cuenta las medidas mínimas recomendadas: el lavabo tiene que estar a unos 85 cm. del suelo, y el inodoro debe tener un mínimo de 30 cm. libres a su alrededor.

No planificar lo básico

Desagües, bajantes, tuberías, enchufes, interruptores, ventilación: puede parecer obvio, pero es por donde hay que empezar. No dudes en asesorarte con profesionales que te van a guiar en las decisiones más acertadas sobre todo lo que hay que hacer antes del cambio de cara definitivo de tu baño.

Recargar un baño pequeño

Y si hablamos de espacios cómodos, cuidado con la sobreabundancia visual: si el baño es pequeño, usa colores claros y tonos suaves para cerámicos y paredes. Piensa en la conveniencia de instalar una ducha en lugar de una bañera, y colocar una mampara transparente y sencilla, con puerta corredera, que brinde continuidad al espacio.

Los materiales equivocados

Cientos de materiales hermosos no son adecuados para el baño – incluso muchos que vemos ¡en imágenes de baños! -. Asesórate muy bien sobre los materiales que vas a colocar, no pierdas de vista que el baño es un ambiente con mucha humedad. El granito, el mármol y los azulejos, son resistentes y nunca te van a traicionar. Otros materiales, como la madera, pueden funcionar sólo con el tratamiento antihumedad adecuado, o recurriendo a imitaciones – en especial en los suelos -.

Mala iluminación

No hay nada como la luz natural, por lo tanto, si tienes la suerte de poder contar con una ventana al exterior, no la desaproveches, busca la ventana que mejor se adapte al hueco, y que deje pasar la mayor cantidad de luz. De todos modos, más allá de la buena o mala luz natural que tenga tu baño, es fundamental que le des una buena iluminación artificial, en especial a la zona del lavabo Cuidado: planifica muy bien los enchufes e interruptores al iniciar el proyecto.