A medio camino entre lo puramente estético y lo ligeramente funcional, el cabecero de la cama es una pieza que imprimen mucho carácter a nuestro dormitorio.

Su presencia marca el estilo del resto de la habitación pero, ¿qué estilo? Todo depende de lo que busquemos, porque para gustos los colores y en cuestión de cabeceros los hay de todas las formas, materiales y diseños.

Pero si más allá del estilo rústico, el clásico o el escandinavo lo que a ti te interesa de verdad es ser original, seguro que te encantan estas sencillas ideas para el cabecero de tu cama:

1.- Palets de colores:

Los reyes de la estética recycling y upcycling son, sin duda, los palets. Con ellos se puede hacer prácticamente de todo: mesas, sofás, estanterías, sillones, somieres para las camas y también… ¡cabeceros! Hay muchas maneras de utilizarlos en la parte frontal de nuestra cama, pero nosotros nos quedamos con una muy colorida. Separa las tablas, colócalas de diferentes maneras y pintalas de colores. El resultado será más original imposible.

2.- Una puerta antigua:

Seguimos hablando de reutilizar elementos viejos, pero ahora nos ponemos más románticos, porque una vieja puerta de madera puede convertirse en un cabecero original y diferente. El primer paso será decapar las puertas, lijarlas bien y finalmente elegir el color con el que quieres volver a pintarla.

3. Las viejas camas de forja:

En el desván de la abuela puedes encontrar verdaderas joyas que merece la pena recuperar. Una de ellas son los cabeceros de forja. Cada vez están más de moda y la originalidad del mismo dependerá del tratamiento que le des a este. Una restauración sencilla conectará más con el lado retro y clásico de la pieza, pero también puedes atreverte con colores más brillantes que le den un aire más moderno.

4.-Un toque natural:

Si buscas un cabecero rústico y te gusta sentirte como en el medio del bosque aunque estés en el centro de la gran ciudad, una idea puede ser colgar ramas de árboles. Lo ideal es que no sean demasiado anchas para que puedas colgarlas sin tener que rebajarlas. Puedes ponerlas en vertical o en horizontal, de cualquier manera el efecto será sorprendente.

5.- Vinilos sobre nuestra cabeza:

Una idea original, sencilla y muy económica es colocar vinilos decorativos en la pared frontal del dormitorio, sobre la que apoyaremos la cama. Los vinilos son fáciles de colocar y tienen la ventaja de que, si te cansas de ellos, puedes sustituirlos fácilmente por otros. Además puedes utilizarlos en camas simples, pero también pueden servirte para darle un nuevo aire a tu cabecero.

6.- Papel pintado:

En la línea de los vinilos nos encontramos también con el papel pintado. Es una gran opción que va más allá de la cama y sirve como recurso decorativo para toda la habitación. Es una idea perfecta para aquellas camas sin cabecero que apoyamos directamente en la pared.