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junio 10, 2016La creación de un vestidor en el dormitorio o en una estancia independiente es una solución útil para organizar y guardar la ropa de manera cómoda y eficaz, siempre y cuando se adapte el diseño al espacio disponible.
Tener un vestidor en casa es una necesidad para muchas personas y, a veces, la escasez de metros cuadrados dificulta el proceso. Por ello, es todo un reto conseguir habilitar y adaptar con éxito el espacio libre.
Algunos de los aspectos importantes a tener en cuenta antes de crear uno en nuestra vivienda son la ubicación, la distribución y los detalles que lo van a hacer más funcional.
Distribución. En primer lugar, debemos considerar la distribución del mismo. En general, encontramos cuatro tipos principales.
- Simple. Se trata de una sola pared destinada exclusivamente al almacenaje. Es la alternativa más habitual y simple en los dormitorios o las estancias pequeñas.
- En forma de L. Esta solución también es típica de los dormitorios, ya que brinda la posibilidad de crear espacios separados. Si una persona no comparte vivienda, puede usarlo para guardar, en lados diferentes, zapatos y ropa, por ejemplo.
- En forma de U. Esta distribución es la que proporciona mayor capacidad de almacenaje, ya que permite colocar más muebles y jugar con el espacio. Ideal para colocar un espejo de cuerpo entero, que, a la vez, aporta una mayor sensación de amplitud.
- Enfrentados. Esta composición consiste en colocar armarios, unos frente a otros, y dejar un espacio central amplio para moverse entre ellos sin dificultad.
Ubicación. En segundo lugar, debemos elegir dónde vamos a situarlo.
- Habitación propia. Es la opción más práctica y cómoda, ya que nos permite jugar con la distribución del espacio y la organización de la ropa.
- En el pasillo o en cualquier zona de paso que conecte, preferiblemente, con el dormitorio. Para este tipo de vestidores es recomendable colocar armarios enfrentados para aprovechar el espacio y garantizar una organización libre de obstáculos; así, evitaremos entorpecer la zona de paso.
- En el hueco de la escalera. Aunque no cuente con las medidas habituales ni una superficie fácil de utilizar, el hueco de la escalera, normalmente en desuso, es un buen sitio para instalar estanterías y organizar nuestra ropa y/o zapatos.
- Otras zonas difíciles. Las buhardillas, las estancias con techos bajos o las zonas con una estructura compleja también pueden convertirse en un vestidor. Puedes colocar muebles que hagan de panel divisorio, armarios de estructura descubierta para dar una mayor sensación de amplitud e incluso combinar con baúles, lejas o cajas para aprovechar el espacio.
- Detrás del cabecero de la cama. Se trata de una alternativa cómoda, eficaz y diferente. El armario hace a la vez de muro divisorio entre el vestidor y la zona de descanso, marcando las distancias y los distintos espacios.
La importancia de los detalles. La colocación de baldas, estanterías y perchas deberá relacionarse con las cantidades de cada tipo de prenda que se guarden. No obstante, otros complementos que te van a ayudar a optimizar el espacio y organizar la ropa son las fundas para ropa, las cajas o un armario colgante, con diversos estantes que harán que aproveches toda la superficie posible.
Por último, hay accesorios que pueden ser de gran utilidad en un vestidor, tales como los espejos, cortinas, perchas múltiples u hormas para zapatos