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octubre 6, 2016Cada año que pasa los niños necesitan dedicar más tiempo y esfuerzo a los estudios. Cada curso se vuelve más exigente y requiere más horas de trabajo en casa para obtener buenos resultados. No contar con un espacio adecuado para ello puede dificultar la capacidad de concentración y rendimiento a la hora de estudiar. Si aun no tienes una zona de estudio en casa para los más pequeños, el comienzo de un nuevo curso escolar es el momento ideal. Aquí te damos algunos consejos para transformar su habitación en un espacio agradable y bien preparado para trabajar, estudiar, desconectar y descansar.
1. Un rincón sin distracciones
A la hora de crear una zona de estudio agradable se deben tener en cuenta los ruidos y demás distracciones que puedan ocasionarse en esta y dificultar la concentración. Por ejemplo, situar un escritorio bajo una ventana puede tener la ventaja de aprovechar mejor la luz natural, pero también la desventaja de proporcionar distracciones si esta da a una calle con mucha actividad. Si sitúas el escritorio junto a una pared interna, debes tener en cuenta los posibles ruidos al otro lado, por ejemplo, los de una televisión.
2. Un escritorio amplio, muy amplio
La falta de espacio puede hacerte escoger un escritorio pequeño para no invadir demasiado la habitación o hacerla más pequeña. Pero, a medida que crecen, los niños necesitan más espacio para libros, apuntes, material escolar o tecnología. Los escritorios nunca son demasiado grandes. Si el espacio no te permite incorporar un escritorio amplio, puedes buscar alternativas como camas flotantes bajo las cuales crear una amplia zona de estudio, o escritorios extensibles o plegables, que abrir o cerrar según las necesidades.
3. Una silla ergonómica y confortable
La silla debe ser lo suficientemente cómoda como para que el pequeño pueda pasar varias horas sentado en ella, sin que sufra dolores de espalda y cabeza por malas posturas. Una silla regulable en altura se adaptara fácilmente a su crecimiento y facilitará la corrección postural en horas de estudio. Aunque si gira o se reclina también puede acabar convirtiéndose en una distracción más para los jóvenes estudiantes.
4. La luz adecuada
La luz general del dormitorio no es adecuada para estudiar, ya que crea sobras sobre el material y dificulta la concentración. Todo escritorio necesita una luz puntual, con una bombilla blanca o azulada para que la iluminación no sea muy intensa y resulte molesta. Si el escritorio está junto a una ventana, habrá que regular el paso de la luz natural mediante estores o persianas venecianas durante las horas de mayor intensidad lumínica.
5. Una buena organización
El escritorio siempre debe estar lo más despejado posible para poder usar el material escolar necesario para cada asignatura: reglas, compases, calculadoras y demás bártulos deben ir ordenados en cajones bajo el escritorio o en cajas y cestos sobre estanterías. Organizar bien el material escolar, de forma que todo esté a mano, pero recogido y fuera de vista, facilitará la concentración, evitará distracciones y permitirá limpiar el escritorio con facilidad, aunque sólo sea de vez en cuando.
6. Aprovechar también el espacio vertical para el estudio
Las paredes no sólo sirven para colocar estanterías, también para ganar más superficie de estudio. Si pones un corcho grande o una pared de pizarra los niños podrán hacer esquemas, visualizar conceptos complejos y organizar ideas. Además, estas soluciones permiten a los más jóvenes de la casa personalizar su zona de estudio con fotografías y otros objetos que estimulen su creatividad y dejen brillar su personalidad.
Y, recuerda, transformar la habitación de los pequeños en un espacio de estudio adecuado es un trabajo de equipo. Ellos deben también participar en la elección de muebles y accesorios, así como poder personalizar el espacio con todo aquello que les inspire, estimule y les haga sonreír.