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septiembre 22, 2016Cuidados del parquet en invierno
septiembre 26, 2016Ya se acabo el Verano, ayer comenzó el otoño y es importante que vayamos preparando nuestras casas y nuestras vidas para el frío, la lluvia, y todas las cosas que traerá el invierno.
Es tiempo de preparar el jardín para el invierno, porque aunque no lo vayamos a utilizar tanto como en verano, es importante cuidarlo y tenerlo bonito porque sin duda surgirán momentos en los que poder disfrutar del exterior, aunque tenga que ser con el abrigo.
Durante el invierno volveremos a cerrar nuestra casa buscando calor, la calefacción es el sistema más utilizado para conseguir una temperatura óptima en nuestros hogares, pero y si vas a optar por el calor más tradicional, te facilitamos todo lo que debes saber sobre las chimeneas
Las chimeneas nos ofrecen el calor más natural, el calor de hogar, el de toda la vida, un calor que no solo se percibe en el ambiente, sino que también se deja notar a la vista, porque la belleza de la leña chisporroteando en la chimenea es una de las visiones más cálidas y relajantes que existen.
La calefacción es uno de los mejores inventos que existen, pero nada es equiparable a la belleza de la chimenea. Hace un tiempo os hablamos de ello, os invitamos a recordarlo:
Existen muchos y diferentes tipos de chimenea, y os invitamos a repasar cada uno de esos tipos para que hagáis la mejor elección para decorar vuestro hogar:
En nuestra sección de CHIMENEAS podéis ver diferentes modelos, tipos de revestimientos y conocer algunas de las firmas más importantes que desarrollan su trabajo en este sector.
Y si calor buscamos en casa, calor buscamos en la cama. El invierno es el tiempo en el que llenamos el dormitorio de textiles,
Es invierno, hace frío, llueve… ¡qué bien se está en casita! Es el momento perfecto para disfrutar de los textiles, de llenar la cama de cojines y plaids calentitos que nos reciban con un abrazo al final del día.
empezando por los rellenos nórdicos, que nos abrazan por la noche. Elegir el más adecuado puede no ser tarea sencilla, pero nosotros te contamos todo lo que debes saber sobre los rellenos nórdicos
El relleno nórdico es hoy en día el vestido preferido por la mayoría para vestir las camas durante el invierno. Cumple la misma función que la manta, la sabana y la colcha, pero en una sola pieza, lo que hace que el abrigo en la cama sea mucho más ligero, y la decoración de nuestro dormitorio, mucho más versátil, ya que tan solo cambiando la funda, cambiaremos completamente su aspecto.
Cómo elegir el relleno nórdico más adecuado
- Debemos fijarnos en el material con que esté hecho el relleno, y la cantidad empleada, ya que de estos dos factores dependerá en gran medida el calor que nos aportará.
- Teniendo en cuanta que no todas las personas necesitan el mismo calor y que no en todas las casas hay la misma temperatura ambiental, debemos fijarnos en el gramaje, para buscar el que mejor se adapta a nuestras necesidades. Este dato nos indica el calor que nos aportará. Mayor gramaje, más calor.
- Podemos utilizar un relleno de gramaje elevado en invierno, y uno de gramaje bajo en verano. Pero también encontraremos nórdicos que pueden unirse a otros mediante cintas o corchetes, de manera que unan sus gramajes y pasen de ser dos nórdicos de verano, a un agradable y envolvente nórdico de invierno.
- Debemos fijarnos si tiene tabiques interiores (costuras formando cuadros) o botones, ya que esto hace que el relleno no se desplace, y se mantenga uniformemente repartido por toda su extensión.
Tipos de rellenos nórdicos
La pluma es un aislante térmico natural. Se trata de uno de los principales materiales en fabricación de rellenos nórdicos, ya que es un material que no pesa, pero aporta un gran volumen. Hace que el relleno sea ligero, vaporoso y envolvente. El principal problema es que la pluma tiene una parte sólida.
El plumón tiene más capacidad de crear calor. Además, carece de esa parte sólida que tiene la pluma, y en su lugar, tiene una zona central de la que se despiden copos, que protegen del frío de mejor manera que la pluma. El nórdico de plumón tiene la peculiaridad de que pesa muy poco, pero ocupa mucho volumen, lo que hace que sea realmente agradable.
Los nórdicos de fibras o acrílicos tienen una gran aceptación. Son más económicos que los anteriores y además, permiten el lavado en la lavadora. Inicialmente se trataba de fibras de baja calidad, aunque en la actualidad podemos encontrar en el mercado fibras de una calidad que pronto podremos comparar con los materiales naturales.
Tan importante como el interior, es el material con que se recubra, ya que será con él con quien mantendremos el contacto directo. Debemos tener en cuenta que el material sea transpirable, para que el relleno no pierda cualidades. Para ello es aconsejable que el nórdico tenga una buena densidad de hilos o un tratamiento Downproof. Sin lugar a dudas, el algodón 100%, o el lino, serán quienes mejores resultados nos aporte.
Limpieza y mantenimiento de los rellenos nórdicos
- Los rellenos de plumas o de plumón, requieren de aireación y ventilación diaria, ya que son materiales hidrófilos que tienden a absorber la humedad que desprende nuestro cuerpo cuando dormimos.
- Para una limpieza más a fondo, a los rellenos de materiales naturales es preferible aplicarles una limpieza en seco de manera periódica.
- Los rellenos de fibras o acrílicos permiten su limpieza en lavadora, aunque una buena aireación diaria, puede alargar los plazos de lavado, lo que también alargará la vida del relleno.
La irrupción del relleno nórdico en nuestras camas, cambio de lugar la clásica manta con la que nos arropábamos hasta hace unos años, pero lejos de desaparecer, las mantas han reinventado su función en nuestros hogares…
No sólo han sobrevivido al reinado de los rellenos nórdicos… Las mantas resurgen con fuerza en diferentes materiales y acabados para aportar calidez a nuestros hogares, allí donde el relleno nórdico no ha conseguido imponerse.
“Tirar de la manta”, “Carretera y manta”… La sabiduría popular está llena de alusiones a este textil del hogar, que tanto tiempo ha sido la prenda de abrigo por excelencia de la ropa de casa. Cuando parecía que su desaparición era inminente, “arrollada” por los rellenos nórdicos de plumón, pluma o materiales sintéticos, ¡zas!, la manta ha conseguido mantenerse y reinventarse…
Y es que el relleno nórdico no ha conseguido imponerse en todos los espacios de la casa. El sofá y el sillón, la chaise longe e incluso los espacios al aire libre calefactados siguen siendo piezas donde la manta mantiene su hegemonía por calidez y textura. También como apoyo al edredón o relleno nórdico a los pies de la cama, donde sirve para echarse un sueño a cualquier hora sin necesidad de deshacer la cama y meterse en ella con gorro de dormir…
Sin embargo, la evolución de la manta propiamente dicha y de los materiales con que está hecha ha ido pareja a su renovada función para aportarnos calidez en los hogares. Se han impuesto las mantas más pequeñas y ligeras, tipo manta de viaje (en realidad se ha impuesto el tamaño 130 x 170 cm), y conviven los tejidos tecnológicos de tipo polar con propiedades térmicas relevantes, o las mantas de falso pelo animal con otros naturales como la lana –mohair, alpaca…- o el algodón.
Manta polares o fleece
Se han impuesto por precio, facilidad de lavado y ligereza, además de que abrigan un montón. Las hay de todos los colores y son una alternativa económica para las habitaciones de los pequeños y también para tenerlas junto al sofá cuando nos disponemos a leer o ver la tele. Están hechas con poliéster, aunque a veces incorporan Lurex para aportar brillo. Precios, entre 12 y 30 €.
Mantas de pelo
Son plena tendencia en decoración. Unen la suavidad de su tejido a una sensación de calidez difícilmente superable. Muchos de estos tejidos están diseñados para dar sensación óptica de pelo de animal, no sólo por su dibujo, sino también por la forma en que se distribuyen las hebras de hilo que imitan el pelo, por ejemplo, formando aguas… Su sitio está a los pies de la cama, donde consiguen crear un bello efecto de naturaleza en casa… A partir de 45 € y hasta 100 € aproximadamente.
Mantas de lana
Con flecos o sin ellos, lisas o a cuadros, las mantas de lana siempre tendrán un espacio en nuestros hogares. Abrigan mucho y son perfectas para tener en el salón o en el dormitorio. Ahora bien, requieren más cuidados para su limpieza, y salvo indicación en contrario, lo mejor es llevarlas a limpiar en seco, si no admiten lavado en programas de pura lana. Las más preciadas son quizá las de mohair y alpaca (unos 100 € en Zara Home).
Mantas de chenilla
No son el material más cálido de entre todos los que pueden conformar una manta, pero sí uno de los más ligeros y agradecidos, ya que no suelta pelo ni hace bolitas. Su brillo y los matices que crea la luz sobre la chenilla aportan un toque entre suntuoso y bohemio… Ideales para poner a los pies de la cama y dar el toque chic al entorno del dormitorio sin irse de presupuesto (entre 20 y 25 €).
Mantas de crochet
Son de punto tejido, y sin duda son las más frescas de todas al utilizarse hilo de algodón para elaborarlas. Están de plena tendencia las mantas caladas de tipo Granny, que recuerdan a las que tejían las abuelitas, en vivos colores y creando diferentes formas geométricas. Ideales para espacios desenfadados, para cubrir la cuna en habitaciones de bebés o para dormitorios infantiles. Las de ochos resultan ideales para dar un toque desenfadado y actual a cualquier dormitorio. A partir de 100 €, especialmente las hechas a mano.
Mantas de algodón
Están hechas de materiales tupidos que recuerdan a las toallas de aseo clásicas (no las de felpa). No son muy cálidas, pero lavan muy bien y pueden ser ideales para las estaciones menos frías.
Estos cambios de temperatura entre el verano y el invierno, la humedad o no que aparece, afectan especialmente a los materiales naturales como la madera, por eso es importante conocer los cuidados del parquet en invierno. (Pero esto sera tema para el próximo dia.)
Poco a poco iremos adaptándonos al estilo de vida de la nueva estación… os va a encantar vivir el otoño!!