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septiembre 28, 2016En muy pocos años, los sistemas domóticos se han desarrollado de una forma vertiginosa. Lo que hace poco tiempo nos parecía materia de ciencia ficción, en la actualidad es una realidad para muchas viviendas. La palabra domótica proviene del latín domus, casa, y consiste en el control centralizado y/o remoto de los dispositivos eléctricos y electrónicos de las viviendas. Un sistema domótico puede ser una sencilla alarma anti-intrusos o un simple foco de exterior que se ilumina cuando alguien se acerca; pero también puede consistir en una compleja red de automatismos y cableado mediante la cual podamos programar la climatización de los espacios, la apertura y cierre de ventanas y persianas, el despliegue de toldos y muchos otros dispositivos.
ESCOGER UN SISTEMA
A la hora de plantearnos instalar un sistema domótico en nuestra casa, hay que tener en cuenta una serie de aspectos muy importantes:
En lo que respecta a la vivienda:
- El número de habitantes de la casa, así como el tiempo que ésta permanezca habitada (no es lo mismo una primera vivienda que otra de fin de semana y vacaciones).
- El clima de la región donde esté ubicado el edificio.
- El tamaño de la vivienda y de sus estancias.
- Si tiene o no jardín/zona exterior.
En lo que se refiere al propio sistema:
- Es importante que sea de manejo sencillo y de fácil configuración.
- Si en la vivienda hay niños debe ser mUy seguro.
- Lo mejor es escoger un sistema que permita ser ampliado con más dispositivos cuando sea necesario. Los de tipo KNX-FIB son los más adecuados, y además son compatibles con más de cien empresas fabricantes de dispositivos domóticos.
¿CÓMO FUNCIONAN?
Los sistemas domóticos constan de varias partes, cada una de ellas encargada de una función. Algunos sistemas muy sencillos pueden tener sólo dos o tres de estas partes, aunque un sistema completo suele disponer de todas ellas.
Controlador: el centro que controla, como su propio nombre indica, el sistema.
Sensores: detectan la información y actúan en consecuencia. Por ejemplo, los sensores de presencia avisan al sistema cuando detectan a las personas para que encienda luces, active alarmas, etc.
Actuadores: son los dispositivos que actúan de acuerdo con la información emitida por los sensores: encienden las luces, bajan las persianas, etc.
Bus de datos: es el canal de transmisión por el que los datos circulan a través del sistema. Se trata de una red de cableado propia y única para la instalación; puede tratarse de cables coaxiales (similares a los de las antenas de TV), fibra óptica… En ocasiones, el sistema comparte alguna red de la vivienda, como la telefónica o la eléctrica. También existen sistemas y dispositivos que funcionan sin cables, a través de ondas de radio.
Interfaces: son los dispositivos y formatos (binario, audio…) a través de los cuales el usuario actúa sobre el sistema: teléfono, PC, etc.
QUÉ PUEDE CONTROLAR UN SISTEMA DOMÓTICO
Con la instalación de un sistema domótico se pueden controlar todos los aparatos eléctricos y electrónicos de la vivienda. Las aplicaciones más comunes suelen ser las que tienen relación con la seguridad: alarmas anti-intrusos, sistemas antirrobo, alarmas para fugas de gas, incendios, inundaciones…
El alumbrado también es sencillo de controlar mediante la domótica. Se puede establecer un sistema para que las luces del exterior se enciendan cuando se va el sol, y se apaguen por la mañana. También sirven como medida disuasoria anti-intrusos, y para iluminar la entrada a la vivienda. Estos sistemas también sirven para el interior, y son una buena forma de ahorrar energía eléctrica.
La calefacción y la climatización de los espacios se programan de acuerdo a la temperatura ambiente para que se enciendan o se apaguen. Otra opción es programarlas para que estén encendidas antes de que lleguemos a nuestra casa y así encontrar un ambiente agradable.
El riego automático del jardín también se puede programar para no tener que ocuparnos personalmente, o para que las plantas sobrevivan cuando no estamos. Hay sistemas con sensores de humedad que activan el riego cuando no llueve. Además, un sistema domótico puede controlar la apertura y cierre de persianas y toldos (para aprovechar el calor del sol en invierno, y evitarlo en verano), y de las ventanas, para ventilar la vivienda durante el tiempo justo.
Los electrodomésticos pueden también programarse mediante sistemas domóticos; por ejemplo, podemos hacer que el horno se encienda un rato antes de que lleguemos a casa para poder usarlo de inmediato.
VENTAJAS E INCONVENIENTES
VENTAJAS
Una vivienda con sistema domótico incorporado se revaloriza considerablemente, pudiendo aumentar su precio de venta en un 0,5-3%. Además, el control del alumbrado y de los sistemas de climatización supone un considerable ahorro de energía. Son casas más cómodas y seguras, y resultan muy adecuadas para personas con discapacidades.
INCONVENIENTES
Por otra parte, no todo son ventajas. Los sistemas domóticos son caros, y si la vivienda no es nueva o está en fase de reforma hay que realizar una obra importante para instalar el cableado (esto no ocurre con los sistemas controlados por radio). Si el dispositivo controlador se estropea el sistema queda inutilizado, con los consiguientes riesgos, por ejemplo, en lo que respecta a la seguridad.
PRECIOS
El precio de las instalaciones puede variar muchísimo, dependiendo del tipo de sistema, la cantidad de dispositivos que controle, el tamaño de la vivienda… De forma aproximada, podemos calcular que equipar una vivienda de 80 m2 con un sistema que controle tres dispositivos básicos (alarma doméstica, prevención de incendios y riego, por ejemplo) costará unos 2.000 €. Con un presupuesto de 6.000 € podemos contar con un sistema bastante completo, controlado desde el teléfono móvil y el ordenador